Mi Oración siempre es la misma.
Es un continuo decir:
Señor, de Ti espero todo.
Todo lo temo de Mí.
Si has muerto de Amor por mí,
Que por mí Yo me condene
¿Lo podrías Tú admitir?.
Si peco, pero te amo,
¿Podrías Tú consentir
Que fuera Yo tu Fracaso?.
No puedo creer, Señor,
Que tenga mayor Poder
Mi Libertad que Tu Amor.
Yo soy Hombre. Tú eres Dios.
Y con Tu Poder, Señor,
De mí mismo, sálvame.
Sabes que si no me salvas,
Salvarme Yo no podré.
Así Tu Amor te lo exige.
Así te lo pido Yo.
Y así todo Pecador
Te lo pide y te lo pide
A gritos, en su Oración.
Tu Amor se me ha hecho Esperanza.
Mi Fe ha vencido a mis Dudas.
Todo es ya en mi Confianza.
Sé que a solas con mí mismo
No vas a dejarme nunca.