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Poema
Categoría: Sueños

El Pianista

Era un Púb: en el centro de la ciudad
una noche de Otoño algo sombría
el farol era la luna que colgaba en el umbral
no se podía adivinar lo que sucedería:
No era nuevo que en el antro como cada noche
un hombre en el piano interpretara melodías
era un mueble más, un adorno con derroche
que amenizaba la jornada de la monotonía
Las notas emergían del teclado de cola
las partituras en atril desordenadas al azar
tocaba majestuoso en interpretación afanosa
la vibración de las notas parecían danzar.
En el paréntesis mudo de una nota silenciosa
advierte en la octava parte de un compasillo,
el ruido externo de la noche bulliciosa
combinados del ritmo de un tacón femenino.
Entra una mujer , que mas que eso era una Diosa
que serpenteaba sus caderas sensualmente al caminar
su vestido rojo con escote y zozobra
y sus ojos combinaban con el ámbar del mar.
Sus cabellos de sirena caían por su cara
vestía guantes al codo de negro terciopelo
el pianista interpretaba la mejor de sus galas
para atraerla con prestancia a sus juramentos.
En ese instante en que estaban frente a frente
no existía nadie solo el trío de su composición
sus miradas se trenzaron en complicidad insolente
Mujer, Interprete y piano, que se funden en rebelión
Las manos del pianista incitaron con tal pasión
que ella musitara sobre el piano como gata
en el pentagrama danzan las notas de la emoción
el mirar de él se sumían en su cabalgata.
Los dedos del pianistas gacelas en copulacion
cargaban la energía de lo erótico del momento
mientras las miradas de ellos parpadeaban al son
de las notas de Eros con su predicamento...
Se extendió la copla de música selecta
dibujando atrevida la silueta de aquella mujer
el pianista era mago de notas perfectas
para mantener la atención de su querer.
Que no terminara la noche, que fuera eterna
era el franco palpito del corazón
pues al amanecer talvez se pierda
todo lo ganado con devoción.
Cerro los ojos aquel pianista
para inspirar su mejor canción
dedicar en sus notas de insigne artista
en una entrega de una noche de amor.
Con sus ojos cerrados, así soñando despierto
lo sorprendió de pronto la realidad
abrió sus ojos y sobre el piano negro
yacía solo un terciopelo ¡FATALIDAD!
No toco su mano, no beso sus labios
se enamoró perdidamente de su mirar
triste pianista, no pienses que fue un sueño
¡Te quedo su guante como señal!
Datos del Poema
  • Código: 267819
  • Fecha: 24 de Mayo de 2006
  • Categoría: Sueños
  • Media: 6.1
  • Votos: 177
  • Envios: 3
  • Lecturas: 2,253
  • Valoración:
Datos del Autor
Autor Destacado Nivel: 1
Nombre: Mady
País: ChileSexo: Femenino
Fecha de alta: 14 de Abril de 2006
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