La conciencia es un espejo, un cristal, es amiga y enemiga
es ángel que me guarda, el demonio que hace reflexionar, un punto de encuentro, es eterna, azote de consensuada infinidad
La conciencia fluye como corriente de rio, libre por su cauce hacia un océano de libertad, de aguas cristalinas, de tan variadas especies como se pueda adornar, sin estancadas dolencias que la puedan perturbar
La conciencia debe aromar de tierra mojada, de sabor de frutas frescas,
de paradójico vino , alimentada de utopía, de vivencias de sal, sazonada de pimienta y de azúcar impregnarla para el rencor ahuyentar
La conciencia se empapa de niñez, de madurez consentida, de experiencias sin medida, de brisa paulatina, de benevolencia aportada por tu semejantey hambrienta de meditación exhaustiva
La conciencia debería estar preparada para formar parte de un todo, de perspectiva universal, de un cosmos que parecemos ignorar, de servil aportación a la cívica unión de que todo ser vivo conformamos el total.