EL POETA IDEAL

Soy poeta al ver el mundo
contenido en mi anatomía,
al tornarse esta voz mía
en llanto de un vagabundo.  
 
Lo soy más cuando mis ojos  
sean los ojos de esta tierra,  
cuando mi voz, por la guerra,
se convierte en gritos rojos.  
 
Y cuando desaparezco
y aparezcoen tantos rostros
desvanescientes de otros
cuyo ¡ay! También merezco.  
 
Lo logro si río la risa
del que es bienaventurado,
si el llanto del amargado
elevo como la brisa.
 
Sería yo mejor poeta
cuando por mis bardas venas
fluyan del mundo las penas
y halle en ello mi gran meta.
 
Siendo el verde que se escapa
de la fiel naturaleza,
y el grito de su voz presa
frente al oído que se tapa.
 
Y el lloro casi apagado
de sus tallos sobre el suelo,
y ese humo que llega al cielo
desde un bosque incinerado.  
 
Si me hago plano y sostengo
sobre mí al abandonado,
si su rostro quebrantado
en mi faz también contengo.
 
Si la sombra del semblante
de esos niños de la calle
en el mío igual se halle
desde hoy y en lo adelante.
 
Al ser puños y carteles
y protestas de las masas
en las calles o en las plazas
y denuncias en la teles.
 
Si en vez de tinta y papel
gastara mi empeño todo
en que hallemos algún modo
de que fluya a todos leche y miel.
 
Cuando sea la oscura piel
odiada del hombre blanco,
cuando odie con odio franco
al racismo como a la hiel.
 
Al sentir que en mi carne van
el puro como el mestizo,
al creer que cuantos Dios hizo
merecen siempre el mismo pan.
 
Si el clamor de un pueblo todo,
que oprimido es sin razón,
salga igual de mi corazón
y al mundo una codo a codo.
 
Soy un buen poeta si veo
con los ojos de mi alma,
y si en una raída palma
es crueldad lo que yo leo.
 
Sería yo el poeta ideal
si en lo que en mi alma abunda
sea la simiente fecunda
de un mundo feliz, justo y real.  
 
~☆~  
 
Joselín Estrada Paumier