Heme aquí, perdido en la espesura de este
tenebroso y frío bosque, buscando sin hallar
la senda que me lleve a un lugar tranquilo
y apacible, a un lugar menos frío, mas alegre.
Espíritu del bien que alegre bulles, te pido
a ti, me muestres el camino que mi alma
acongojada a gritos pide. Espíritu del mal,
¡Deja mi vida!, ¡Aléjate de mí!,¡Vete a por otro!,
deja en paz mi intranquilo corazón, que tu me has roto.
Espíritu de calma, ¡vuelve a mi lado!.
Lléname de nuevo de amor y gozo.
Espíritu del alma dolorida,
dame la pócima que me haga recobrar,
el amor de la mujer que me da vida.
Espíritu de pesadumbre, aléjate con la llama de la lumbre
y déjame de nuevo la esperanza,
de tornar al lado de quien me ama.
Espíritu de la justicia verdadera,
haz que sea la ley del corazón, la que al fin venza.
Un beso amor mio
J.G.L.