Estoy yendo a vos
otra vez, hacia vos...
A tu sonrisa franca,
tus ojos luminosos,
tus manos inquietas,
tus aromas tibios,
tus caricias de hada,
tus pasos presurosos,
tus penas antiguas,
tus nuevas alegrías,
a la historia compartida
Llevo como siempre
mi alma de bohemio,
un corazón abierto,
algunos sueños usados,
una esperanza flamante,
una ilusión enorme,
la fe renovada,
la poesía reencontrada,
las ganas de abrazarte,
los deseos de besarte...
Y quedarme para siempre
sobre tu pecho anhelante,
bajo tu sábana cómplice,
en un hueco de tu vida,
tras el paso de tu paso,
según el iris del tiempo,
con este cariño nuevo
que siempre estuvo contigo.
Con el tiempo que me queda
para amarte, sólo eso...