En la mano una flor.. en la boca un canto de ruiseñor.. pasó cupido cual pájaro veloz.
Decía: es muy tarde amor.. necesito un reloj de azúcar y chocolate, necesito el aire que abraza sin tocarte, necesito el mundo
que ameniza con dulzura la tarde. Veme aquí, vestido de sol y claridades, arroyuelos y manantiales..
Veme, cual relámpago del bosque y espíritu de los matorrales.
En el largo día del espirito, enamorado voy.. del amanecer de tus huesos, del tumultuoso olear de tus sueños,
y del afluyente de tus ojos.. canal de agua que llega lejos.
Escúchame ahora.. porque mañana surgirá la aurora,
y colocara sobre mi voz, tal vez un paisaje diverso,
y el mar con su movimiento eterno repetirá mis palabras tan solo al tintinar del eco.
Hola amiga. Tierna y hermosa poesia.....un vuelo de esperanza....en las auroras de cada mañana.Un abrazo ;-) SOL.