Con ese fuego encendido que, desprenden tus vidriados ojos,
cuando me miras con deseo,
siento que desprenden una,
especial fogosidad y siento que,
instas a mi deseos más eróticos,
a perderme por tu cuerpo en busca,
de tus tesoros más preciados.
Siento en tu hermoso cuerpo, esos maravillosos, dulces y
atípicos sentimientos que florecen,
de tu cuerpo cuando mis dedos,
lo acarician perdiéndose en tus,
esbeltos y sensuales muslos,
añorando poder fundirme en ti y
poder excitarte con todas tus ansias.
Los recuerdos del estío y el frenesí,
de tu cuerpo a mi mente recordaban,
las dulces noches de sexo donde,
mi cuerpo se embriagaba con tus,
pasiones mas exóticas y
sensuales que jamás mi cuerpo,
haya sentido por ninguna mujer.
Entretanto mis deseos por tu cuerpo,
mi mente se volvía loca y no podía,
mediar entre mi mente y mis deseos,
entonces en cuando mi alocada y desvergonzada lengua ardiente y
mis labios ansiosos de tener entre, ellos tu ansiado y más hermoso sexo.
Siento amor como me llega el aroma,
inconfundible y más aromático,
que desprende tú húmedo sexo rosado,
perfumado por los delicados jugos,
que despide tú mojado sexo cuando,
mis dedos y mi lengua se pierden,
ahondándose dentro de tu gruta,
cavernosa mientras lamo cada gota,
que fabrican tus entrañas de néctares.