El umbral de mi puerta solo Dios los traspasa.
Anoche sentí una fuerza sobre mi puerta cerrada,
era una lúz incandescente que mi corazón traspasaba.
Solo siento esa fuerza, cuando mi Dios toca a mi puerta. Mi Dios es respetuoso y aunque poderoso, siempre anuncia su llegada y su lúz tan inmensa, antes de su tocada, me estremece a su llegada.
Anoche llegó, entró, mi miró, me besó, y para nada me respetaba,era una fuerza poderosa que mi corazón traspasaba, como la energía que mi Dios irradia.
Se perpetuó en mi alma sin poder hacer absolutamente nada