Hallar en tí mi complemento perfecto,
todas las respuestas
por tanto tiempo formuladas,
reunidas en una sola,
bajo la figura incomparable
de la más maravillosa mujer.
Poder al fin depositar
en tus amorosos brazos
las semillas del amor eterno,
celosamente guardadas
en lo más recóndito
de mi sediento corazón.
Fusionar dos almas,
dos anhelos, dos sueños
de tanto tiempo,
dos sendas en un solo
camino por recorrer
con las hermosas alas
de una ilusión irrenunciable,
indestructible, imperecedera.
Vivir la vida en plural,
respirar nuestro mutuo aliento,
sincronizar los latidos
de nuestros dos corazones
a un mismo ritmo de vida
en un "ahora" interminable
y conjugar en tiempo presente
el inagotable lenguaje
del más puro y ferviente amor.-
Eduardo Ritter Bonilla.
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México.
Viernes 10 de Julio del 2009.