He conversado con el mar, mi inquietud
y no me escuchó,lo he llamado..
le he gritado,le he clamado
pero se fue.
ni si quiera la arena me dejo
para enjugar mis lagrimas..
hasta el alma con las piedrecitas me araño
he corrido por la orilla,como un mendigo
pidiendo sobras de tu bolsillo
y solo encontre la brasa del fuego que aun arde.
y me he quemado mis pies y las manos,
bajo la arena mojada,
he pedido consejo a las olas
le he conversado de la ausencia de tu amor
del hielo que hay en ti,y fue en vano
tampoco me escuchó.
he seguido un rastro que me guie,
me mantenga erguida y fuerte,como la vela de un barco,
y el viento dejo al silencio en su lugar,
he caido al suelo como la pluma de una gaviota
que volaba bajo buscando algo para comer,
y ahora estoy aquí, en la orilla de esta playa
la gente se va,recogen su amor
entrelazando sus manos.
y yo aquí quedo con mi destino de compañero
a dónde me llevó de aquella mano
que un dia del abismo me salvo
y hoy vuelvo con la soledad .que ya tenia
olvidada