Seguro que estás...atada a mis sueños,
donde cada palabra sumerje volcanes,
mi cuerpo y el tuyo, del cual soy el dueño
transitan esteros uniendo la sangre,
y es la bendita razón del camino
que llega a mi piel en cada invernadero,
cual una ambiguedad de verde y estío
de aquella pradera, que es lo que mas quiero,
seguro que estás...dormida en mis fuentes
mensajera ilustre de mis versos sinceros,
acaso te he dicho que querer poseerte!
cuando tu desnudez alcance mis fueros,
porque al roce peregrino de mareas y de fuego
siento tu orgasmo latir mis adentros,
cual un ascender de gemidos al cielo
pernoctantes idilios, que utilizan tus vientos,
y de cuanto te amo! sabrás el postrero
verter de los duendes en tu vientre tan mío,
porque a cada pasaje de tu cuerpo espero
poder vulnerarte...en tu libre albredío.