Ayer busqué tu nombre entre la arena,
rodante algarabía de mi ocaso,
dormida entre la costa y su regazo,
melódica sonata de una pena.
Anoche pude oír tu voz serena,
oceánica canción de tono escaso,
que escucho en cada instante y cada paso,
distante, pensativa, siempre plena
Ayer busqué tu esencia entre la brisa,
y pude ver con celo y desencanto,
la ausencia impertinente de tu risa.
Y en este loco afán por ver tu huella,
brotó de mi mirada un breve llanto,
soliendo murmurar: "hoy ya no es ella". (2007)