Allí donde los sueños son lunas encontré el antifaz de la noche oscura. Sus dientes luceros ardientes mostraban en sus húmedos brillos los eclipses de noches pasadas. Borraba con el fluído de su lengua, sus constelaciones ocupadas. Miraban lunas del oriente, las de occidentes lucían trasnochadas. Estelas de risas y silencios en cuerpos celestes se escuchaban. Un cometa taciturno se adentraba por las ranuras de mi alma, Yo clamaba por un beso diamantino color estrella, aquella madrugada. Mi Vida se vuelve rocío cuando no estás, sale el sol y tampoco estás... Llega la noche sin luna y tampoco estás... Es tu ausencia sempiterna... Lloré a raudales cristales de fina estampa, mis lágrimas caían en tus manos cual granizos opacos, es hoyo oscuro, mente vana soñaba y tú... ausente. Corre el brillo de tus lindos ojos al mar abierto en comandos de cascadas, cristales de sal/azúcar por mi boca resbalaban, esa ausencia mi corazon lo congelaba. Mi cuerpo quieto por falta de tu dulce mirada, bajo la ausencia de tu abrazo aquella madrugada. Y entonces sonreí... en la otra luna de mi universo. Y entonces dormí en la constelación de tus ansiados brazos...
llega la noche sin luna y tampoco seas. /muy bien maribel excelentes versos feliz día.