Oh, arena encendida!
fuego que quema mis pies,
bajo el ardiente sol de la mañana,
sol que tiende sus rayos,
despertando las inquietas aves.
Sigilosa camino por la playa,
corrientes de agua acarician mis pies,
borrando mis huellas en la arena,
la suave brisa golpea mis pensamientos,
rugen en mi pecho,
las ansias ardientes por tenerte.
Triste y alegre verano!
contemplo el majestuoso mar,
inmenso e imponente,
como mi amor, que tu ausencia mata,
Oh , amor callado !
ilusiones que mi alma llora,
golpeando mi mente aturdida,
por mis pensamientos naufragantes,
en el misterioso océano embriagado.
Hay en mi, mil recuerdos,
al cerrar mis ojos te veo,
mas allá en la infinita lejania,
y dormir cerca al cielo quisiera,
para evocar primaveras de besos,
como aquellos idilios juveniles,
en un horizonte azul,
observando al fugitivo sol,
extasiarse en el ocaso.
-Lych-