Tú que eres un ave de libre vuelo
posas de nido en nido sin amarrarte
has sido mi amigo y mi consuelo
y en alguna tarde también mi amante.
Me siento feliz de haberte conocido
y conforme han pasado los años,
te he querido como a un buen amigo
aunque conozco el calor de tus manos.
Pasan las horas, pasan los días, pasa la vida
como ha pasado el tiempo sin darnos cuenta
hemos amasado recuerdos que han dejado huellas
ay que si, … tu y yo hemos bajado, las
mejores estrellas.
Cómplices de nuestros mutuos arrebatos
ladrones recíprocos de furtivas caricias
amarnos sin condición, es nuestro trato
sin compromisos, ni etiquetas que nos reprima.
Porque en este amor, no hay promesas
No hay amarras, ni protocolo
sin reproches es nuestra entrega
asi, nos poseemos el uno al otro.
Y son las paredes de un cuarto ajeno
las que guardan lo que realmente sentimos
porque el sentimiento es más genuino
cuando se vive sin egoísmos...
Yo sé que volverás a posarte en mi
toda vez que tus alas visiten mi horizonte
yo sin esperarte: estoy aquí
y para poseerte, solo me basta, pronunciar tu nombre.