Camino aturdido entre la gente
pensando que en tu alma soy olvido
y lejos de dormirse, mi alma siente
que la pasión domina mi sentido.
Recuerdo cada una de las dulces formas
que entre mis manos cobraban aun más vida
pero se que no habrá mas que penosas normas
para mi angustiosa espera sin medida.
Me diluyo, con pensamientos forzados
en trastocar la nada que mecánica manejan
el silencio y el destino de olvidados
recuerdos de mi vida, que te dejan.
Y mortaja es la seda que tu cuerpo cubría,
tus manos, tu rostro y tu esencia adorada,
en las que no encuentro calor y si la fría
sentencia de jamás volver a verte enamorada..
Creo ver nuestros cuerpos en los espejos
de esta casa de la cual ayer te has despedido
y no tardo en saber que solo son reflejos
Y lo real que me condena, es el olvido.
Tendrías que imaginar esta casa silenciosa
donde no queda nada vivo, todo es ocaso
ni música, sonidos o aquella blanca rosa
Que adornaban por instantes tu regazo
Amada mía, olvido es todo en mi quebrada suerte
y vano sin duda recapitular momentos de la vida
cuando se acerca inexorable la esquiva muerte
que en este ocaso cruel, es la única salida