Otra vez como ayer,
nuevamente te ofendí,
no he podido darme cuenta,
que he manchado mi vergüenza,
porque otra vez caí.
Otra vez, y no sé cuantas,
es que pierdo la razón,
y actúo como si nada,
olvido tu mirada
y te sangro el corazón.
Perdóname Señor, te pido,
disculpa mi necio proceder,
que me aferro a mis sentidos,
aunque vuelva yo a caer.
Perdóname otra vez, Dios mío,
perdóname otra vez, como ayer,
he caído y no podría,
de sin ti yo depender.
Otra vez mi Cristo herido,
una llaga te causé,
otra vez he perforado,
la herida que te he causado
y que ahora yo agrandé.