Ojos de manantial,
cabello de hojas,
piel de tanta suavidad como un unicornio,
traje de reina amazónica.
Brillo estelar,
palidez de pureza.
Alas transparentes
de entre ángel y alteza.
Se extienden desde su espalda,
entrecortan su cabellera,
alas purpúreas, tornasol, ligeras;
melena rojiza, de otoño presa.
Es el iris de sus ojos, fugaces estrellas
su mirada es como el mar,
de extensión eterna.
Labios carnales,
que nada tienen de angelicales.
que sólo hacen recordar a una hermosa mujer.
Ninfa del bosque donde son curados todos los males,
que hipnotiza a ese hombre perdido que ha de enloquecer.