El olor de tu cuerpo, hermoso canto
a la hermosura que me deja un tanto
abandonado cada mañana, disfrutando
del calor que desprendías.
Te quiero tanto que no sabría
describir mi llanto, vida mia
si te perdiera un día.
Esos besos que me das en la boca
fuerza loca irresistible,
me alocan aún más, Amada mía
y me atan, todavía como imán,
tienen tu sello de amor inconfundible
que le pones a las cosas que rodean.
Llenas todo de armonía y, sabes,
no hay en la Naturaleza vida
engendrada tan honesta, perfecta,
tan bien bien hecha y dispuesta.