No te juzgo, solo aprieto entre mis dedos como un simple visionario la ùltima frase que callaste de tus labios, y entonces como un artero intermediario traduzco en dolor la amalgama inùtil de un nuevo desengaño. Y no te juzgo, serìa sencillo como innecesario, porque no se puede ansiar cada destino en un legionario, y puesto a comprender tanta elecciòn, tanto diccionario tanta cobardìa entre silentes comentarios, ya no elegirìa lo incondicional lo parafernalio solo el simple aturdimiento entre vientos y entre engaños, y si no te juzgo en tanto y en cuanto no busques entre mi calendario, serà quizàs un dìa un dìa que en nuestro diario percibas que me perdiste con ese amor tan necesario, que hoy ya cerrò el presente entre adioses y corolarios.