Cuesta decir esas cosas que te pueden llenar,
aunque solo sea un momento del día
delante de un libro perdiéndonos en sus paginas
bebiendo del licor que nos da el saber.
Cuéntame la esencia del camino que de ti aprende,
el caminar por los laberintos del pensamiento,
que nos llenan esos instantes en pos de lamentos,
que en aire nos dejan dibujados sus rizos.
Piérdeme en el paisaje que se detiene a tu paso,
recodo del camino que no veo, pero si te ven,
sigilosa en la corriente que de aroma desprendes,
rizando la piel de quien encontró nuevamente tú camino
Abrazan las flores, para recoger esa fragancia,
que es tu vida, que eres tú, en los pasos...
que vas dejando en cada caminar tuyo,
y que voy recorriendo para encontrarte.