¡ Oh , cúal te adoro con la luz del día,
tu nombre invoco apasionada y triste,
y cuando el cielo en sombras se reviste
aún te llama exaltada el alma mía !
Tú eres el tiempo que mis horas guía,
tú eres la idea que a mi mente asiste,
porque en ti se concentra cuanto existe
mi pasión, mi esperanza, mi poesía.
No hay canto que igualar pueda a tu acento
cuando tu amor me cuentas y deliras,
revelando la fe de tu contento;
tiemblo a tu voz y tiembo si me miras,
y quisiera exhalar mi último aliento
abrasada en el aire que respiras. CAROLINA CORONADO
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!