Me es igual que se acabe el cirio,
enmedio de ruinas y grietas,
que se ahogue el cementerio
bajo un altar de hierbas.
Lo que quiero yo es que mi oido,
cuando se muera, lo haga en paz,
que se me vaya la vida
con este ruido del mundo.
de batallas sin par.
. después.
Que me deseen buen viaje,
que me amortajen mirando a poniente
sobre los córceles de la brisa,
entre los largos brazos del viento.
que él con su bufido airado.
cuando avalentonado se lleve todo,
aunque rebote mi cuerpo,
y se me lleve por las cimas.
Que se me esparzan a trozos,
y me resequen las peñas;
que más tarde, en el polvo
de los huesos, bese la urna de los cielos.
.Carmina.
1/9/2007