Como cristales sin tallar, las gotas cansadas de recorrer su camino, componiendo mil sinfonías ignotas se posan, buscando un nuevo destino.
Abiertas las corolas de las flores se brindan, como al sol en primavera, por recibir deseosas sus favores,
y en húmedos besos convertir la entrega.
Todo presagia que a su muerte llegan, al desaparecer sobre la tierra mas, allí comienza su labor fecunda,
a simientes ocultas ellas se entregan, a la vida cada una se aferra,
a las gotas, talante e iracunda. ® Susana Valenzuela 24-02-10