Ni el tiempo,
es capaz de borrar,
esos sueños dormidos
que bailan en la duna suave,
de nuestra nostálgica memoria.
Ni borrar,
las lágrimas de los libros olvidados,
ó de la vida imaginada,
que como un destino embriagado,
construimos dia a dia,
aún sabiendo que alguna vez se perdería,
en un hermoso mar de verano,
más allá del infinito,
donde se pierde el murmullo de la eternidad.
Ni el tiempo, ni la mirada,
son capaces de dejar de ver,
el color de los paisajes sin tiempo,
aunque nuevos colores,
impregnen tu vida,
y nuevas formas,
dibujen de nuevo
la sonrisa que perdimos en algún invierno.
Ahora solo sé,
que el silencio tiene la forma de tus labios,
y que tu sonrisa juega con la noche,
como la marea juega con el mar,
y que tu amor vale toda una vida,
vida, que comienza cada dia,
como la mirada que renace,
en cada atardecer.