Decepción
Suplicaré a los cielos tristemente,
que se aparten de mi mente tus recuerdos,
enaltecía mi hoy maltrecho corazón
hasta el más diminuto de tus besos.
Esos besos encendidos de deseo,
que me dabas en los labios cada tarde,
no eran más que mentiras, no me amabas,
fueron besos prestados de un cobarde.
Y mi boca encendida de deseo
respondía a tus besos con premura,
creyendo a mi amor correspondido
siempre te besaba con dulzura.
Acurrucada en tu regazo, me dormía,
como el más inocente de los niños.
como duermen al ser cobijados por las madres
y derrochan con ellos su cariño.
Y mi cuerpo confundido con tu abrazo,
nunca pensó que fuera traicionero,
qué decepción sufrí al comprobar que eran tan fríos,
como la nieve en el mes de enero.
De tu boca salían palabras cariñosas,
que sonaban cual sincera melodía,
de mis labios brotaban dulces notas,
entre suaves susurros gran alegría.
Hoy veo reflejada en tu mirada,
la cruel realidad de la traición,
llenaste mi vida de espinas y de abrojos,
mi corazón gime en sus latidos,
al sufrir tan grade decepción.
Chelo Álvarez
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