Hoy no escuché tu voz, mas pude leer tus voces.
Me examiné, pensé, sentí y se me agotó el pensamiento…
Pero no me rendiré, no quiero sentirme muerto.
Pájaros revoloteando entre ramas,
mil estrellas visten el firmamento
yo amo como tu amas
con la fidelidad de mi sentimiento.
Un sereno río que mis pies baña
rayos de sol que tibian mi rostro
un amigo siempre que no engaña
amigos, hermano, somos nosotros.
No me ha abandonado el alma,
lo excelso de mi amor no está muerto;
seguiré existiendo en manto de calma
gozando del vaivén de olas en el puerto.
Cómo no vivir, si es tan bello!