Tú crees que tienes al mundo a tus pies
y piensas que llevas el don de enseñar
viciado el mundo que crees tener
y arrogante quisieras, poderlo hacer
Quisieras poder con tu boca quemar
lo que vieran tus ojos, sin ponerte a pensar
si con fuego te gusta, empezar a jugar
prosigue hablando, hasta hacerlo temblar
Palabras que lanzas al viento al azar
veneno que llevas, sin poderlo parar
teniendo en tu boca, una arma mortal
que hiere más fuerte, que al verte hablar
Peor que cuchillo, se escucha tu hablar
cuando les quemas el alma y su dignidad
sin ver ni sentir, lo que puedes decir
prosigue tu vida, y sigues tú vivir