...el Bien y el Mal...

Tus ojos nocentes de sevicia
de este encono sobre mi cerviz,
cansan de asfixia mi nariz
y abastecen agitados la avaricia.
Tu daño sobre dédalos sinuosos
procuran mi alma de pecados,
con galbana y gestos bochornosos
en el alma quedándose atrapados.
Sinuoso sobre el hombre majestuoso
el estruendo de tu jeta nos irrita...
y nos da terror y nos agita
aun siendo de pecados orgulloso.
De nuestro donaire alevoso
frecuentados en la mirada ascendente,
hasta el pecador mas escandaloso
han llegado a tu capricho impertinente.
Del torpe callado ante el artero
fugas al tiento del ¡Procura!,
hasta el mas exento y caballero
se llenan de pecados y locura.
De los ya acostumbrados con euforia
y los que sufren gritando ¡Ya vete!,
nos lleve una mano hasta la gloria
pero al llegar... también nos sujete.
Ruegue Dios a nosotros su égida
y nos de luz y paz y nos de vida,
ruegue esta esperanza fallecida
a paciencia de fe... en los ojos revivida.
Dedicado a la Fe del Mundo y al pecado que lo apaga.
EstertoR de AmoR
Octubre - 2006