Ha esta hora de la noche, la isla esta desierta,
solo yacen los votes amarrados a las cuerdas,
en la mar reflejan la luz de farolas largas rayas,
iluminan inquieta medusa que esta hambrienta.
Entre las altas palmeras abrazados caminamos,
brisa fresca llegó de repente y movió tu cabellera,
suspire para decirte, lo mucho que nos amamos,
detuviste el paso para que su corazón sintiera
palpitar de dicha, la felicidad en tu ser no contenía,
lo decían tus ojos y tus labios a besar me invitaban,
tu cuerpo a gritos, loco de pasión y deseo pedía,
poséeme con magia y encanto como otrora gozaba.
entre arena confundidos, como marea bajaba y subía,
en idilio paso el tiempo, hasta que el alba despuntaba.