El pozo tiene una cierta curvatura
a modo de elipse de mujer enamorada
una cruz tiene donde apoya su cintura
y soporta el peso de mis huesos
en su morada,
el pozo en la obscura realidad
de una impronta
que soslaya sus halos de aventura
bemoles tiene y hasta una alondra
que escucho cuando me agreden
las locuras,
el pozo carece de besos y diadémas
de buenos amores que parecen
humoradas,
humedad tiene y en condiciones
extremas
parece decirme que he perdido
tu mirada,
el pozo es un dígito, un puñal,
una estocada,
un peso distante de olvidos
y melancolías,
tiene la virtud de recordarme
que por nada
me saqué el número ajeno
de alguna lotería,
el pozo no tiene fin, ni comienzo
suburbano
ni tampoco el surrealismo
de un amor en decadencia,
no provoca ira, pasión,
y son tus manos
las que empujan mi piel
a esa reincidencia,
el pozo me contiene en el
cauce de esta historia
y solo me someto a su
cruel intempestiva.
Oye penitente! te espero
en esa gloria
donde el fondo es obscuro
y tiene aún, los trozos
de mi vida!