Nada busco, solo miro a mi rededor
y todas las cosas siempre están llenas,
si, están llenas de ti, en los que rodean
estás tú, haciéndome sentir amador.
Cada palabras que escucho pienso
que salen de tu boca y, las paredes
dibujan tus labios y, de agredes
mi melancolía se hace mas intenso.
Te oigo lejos en cantar del ave,
pero cuando hay silencio, en la altura
te veo, llegarte mi alma procura,
de este amor mío él también sabe.
Que estás en toda parte es muy cierto,
por tenerte mi corazón he abierto.
Autor: Alcibíades Noceda Medina