Hiriente quietud, tu silencio,
pájaro errante mis ojos,
que buscan en el tiempo
de tus caricias... un poco.
Milagro que no fue tal,
que lo quebró tu partida;
capricho solo tuyo
que me deja con la herida.
Sonrisas que se esparcieron
tratando nuestro reencuentro,
y en el llanto se juntaron
todos nuestros momentos.
Sueños que compartimos,
deseos que nos desbordan...
y aunque el tiempo,
cruel y absurdo nos separe,
me he prometido a mi misma
cruzar tierras y mares,
agotando los caminos,
¡¡ hasta reunirme contigo !!
Elsa Fariña