.
Van cayendo los capullos,
de fragancias encendidas,
Para posarse rebozados...
de tu sombra refrescante,
Entre las grutas extensas,
de ese campo desbordante,
Para amparar con sus pétalos,
las corolas escondidas.
Y allí estan los corredores,
de su bálsamo imantados,
Como un heraldo infinito...
estampado en tu memoria,
Como un ribete de sueños,
perpetuando así tu gloria,
Como frutos afianzados...
de evocaciones colmados.
Seguirán cayendo elegantes,
los fastuosos azahares,
Y...entre sus venias gloriosas...
perfilan su reverencia,
Manando gratos aromas...
con su perfume y rocíos,
Seguirán allí tus recuerdos,
como espumas entre mares,
Para rozar con su hechizo,
con tu estima y preferencia,
Para adjuntarme a sus brotes...
con devoción y atavíos.
.