Hacia el sol se amplia camino de lucero,
al iniciar el ocaso en tarde de febrero,
por el caminaremos para seguir gozando
acogedor paisaje de cerezo y pino tupido,
de casa flotante en cristalina y fría agua,
de patos silvestres de movimiento lento, de dormida lancha y pescador inquieto,
de isla triste, solitaria a más de una legua.
Mi corazón grande se inflama de alegría,
ansiando posar contigo en hermoso paisaje
y mantenga en el tiempo grandioso viaje,
juntos enamorados superemos la lejanía.
Volveré a sentir el mensaje de ensueños,
y un solo sueño serán los próximos viajes
que emprendamos juntos todos estos años
y nunca por nada de mis brazos te alejes.
Bordearemos los rincones para encontrar
playas de arenas blancas o exóticas riveras,
donde los romances idílicos de primaveras
sean fascinantes y puros de nunca acabar.