¡Quién te iba a decir... Andalucía...!
que serias puerta de Europa,
camino para los del Sur,
ropero para los sin ropas.
¡Quién te iba a decir...Andalucía...!
Tan humilde como eres tú,
que aún hay una pena más honda,
otra insondable esclavitud.
Que el blanco desprecia al negro
como negra antes eras tú.
Que el rico humilla al pobre
como pobre antes eras tú.
¡Tan blanca, tan verde,
tan hermosa en tu juventud!
¡Quién te iba a decir...Andalucía...!
que tu mar sería cementerio,
tumba para los desarraigados del Sur,
que en ti acabarían los Derechos
y que el norte seguiría teniendo
el cetro, la corona y la virtud
de dominar al esclavo, al negro,
al pobre, a la juventud.
¡Quién te iba a decir...Andalucía...!
que habría otras cadenas,
más intolerancias...otra cruz...
la droga, el dinero, las miserias
de las gentes, otra quietud
que coarta la libertad del hombre,
caminante hacia un horizonte sin luz.