La acacia espera que vuelva de pronto,
como ha crecido con celo y con garbo,
han florecido los lirios fragantes,
larga es la espera en tardes de invierno.
Las cristalinas corrientes del río,
pasan bañando felices los sauces,
las mariposas sus alas agitan
con impaciencia la llaman sus danzas.
Bendito sea el amor que me entrega
y loado sea el recuerdo perenne,
es bella joya mirar su sonrisa,
cuando contenta se goza con todo.
Cuantos encantos aporta con gracia,
es un deleite probar sus comidas,
cada detalle es esmero y ternura,
como no amarla si entrega su alma.
Humberto Reyes H.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!