Para amarte estoy aquí,
para darte, día con día,
el amor y la armonía
que siempre te prometí.
Para darte mi cariño
y para sembrar de besos
tu piel, suave como armiño,
a la sombra de los cerezos.
Para llenarte de mimos,
de caricias y atenciones,
desde el día en que fundimos
nuestras mutuas ilusiones.
Para darte, noche a noche,
mi calor y tierno abrigo
y hacer del amor derroche
ahora que estoy contigo.
Para adorarte he nacido
y he llegado hasta tu vida;
y de tu parte he recibido
un amor que me ha rendido
ante tu persona querida.-
Eduardo Ritter Bonilla.
Viernes 06 de Noviembre del 2009