Ya comienza a nevar en el prado
y el viajero sigue en Primavera,
cual abeja,
pasando de flor en flor,
aunque florida, marchita o ajada.
El tren espera paciente,
cálido, confortable y sereno
anhelando divise su presencia
y emprender el camino
a paisajes de mieles y esencia.
Pasa de largo, lo mira de soslayo
es igual,
le gusta su ilusa primavera.
Pero la nieve albergará en el prado,
cubriendo huellas que seguir,
las alas caerán, no habrá mas flor,
ni florida, marchita o ajada.
Y entonces añorará,
áquel tren que dejó partir.