Te vi pequeño padre mio, aquel gigante sucumbió un momento, en la lectura de una poesía, se ve la vida pero en fantasía, otear la pagina de un cuento, o el trama intenso de algún libro, te dice mira, esta es la vida, la que comienza y se termina, dolor intenso es mi partida, momen- tos negros que culminan, dejando en lágrimas regados, aquel sendero que en mis locas tra- verduras de pequeño, camine en tus brazos, has- ta quedar dormido. Gracias, por el tiempo en que es- tuvimos juntos, por cada beso que pusiste en mi mejilla, las cuantas veces que dijiste en tus arrullos, te quiero hijo y estoy siempre contigo, momentos bellos que partieron a otra vida, dulces canciones me llevo conmigo, se que un trozo de tu vida, se elevara en mi tiempo hasta el alto cielo, no llores padre, pues estoy contigo, es solo el cuerpo el que se ha perdido. En cada nube que navega el cielo, en cada ave que surca los mares, estará aquel ángel que llamaste hijo, te quiero padre y es- trae contigo, fue corto el tiempo y disfrute tus brazos, el eco amable de cada palabra, rie- ga la esperanza de volver a vernos, renace en la prosa de un bello poema, que en la vida eterna unidos estaremos. Gigante padre te quiero en la vida, deja las lágrimas a quienes no entienden que la muerte es vida después de la muerte, de- jale el dolor a los que no aman, son almas va- cias que no tienen calma, busca en la esperan- za del dios de los cielos, que indique el ca- mino a un mundo perfecto, deja el sufrimiento a los que no entienden, la palabra amor, cre- yendose jueces. Estaremos juntos sin que me lo pidas, en sueños tus ojos, miraran los mios. VERON
Amigo Verón: ¿Como pude perder la lectura de este hermoso poema con anterioridad? Le estaba extrañando, quise leer de usted y me encuentro con su poesía, la cual tiene un valor intrínseco, sentimental. Hace usted maravillas cuando deja sentimientos en sus versos. Espero saber de usted y sus poesías. Diez......... Un abrazo, Ivette Rosario.