Para llegar a ese lugar,
donde nuestra ilusión, está guardada,
camino contigo ¡vida mia!,
por senderos de caballería,
antiguos y vetustos como el amor,
Sendas y caminerias,
donde los antepasados ivan,
dicendose cantos de amores,
¡callados y multicolores!,
o gritando con furores,
sus ansias de amar contínuas,
En donde rayos de luna plateada,
con su luz van marcando,
de pasiones nuestras almas,
mientras por tu cara resbalan,
gotitas de rocio, ¡dulces!, ¡almibaradas!
Reflejando tu ternura, al nacer el alba,
En donde nuestro amor naufraga,
cuando tus ojos de deseo y
mi alma, sibilina de nuestro encuentro,
Se aman enamoradas, y
Despiden la frangancia de un... ¡te quiero!...
el acorde herético de un... ¡me muero!...
mientras se erizan y se entrelazan,
de pasiones nuestros cuerpos,
bajo algún sortilegio,
Allí ¡vida mia!, en ese lugar te espero...