Si yo fuera una de las hojas
que cae en otoño,
sin duda tú serías
el viento que la mece suavemente
hasta llegar al suelo,
tal vez no puedes levantarme de nuevo,
pero lo intentas y me acompañas
haciéndome más fácil el descenso.
Si tú fueras una copa de champagne,
yo sería las burbujas
que te agitan de vez en cuando,
Tratando de hacer tu día feliz.
Si yo perdiera la vista,
sé que tú te convertirías en mi bastón,
me mostrarías el camino correcto
y esperarías a que yo lo siga.
Si un día amanece y te das cuenta
que no puedes levantarte,
que no puedes dar un paso más,
pues no puedes caminar,
ten la seguridad que me convertiría
en la muleta que haga más fácil tu camino
y que cualquiera que este sea
te ayudaría a recorrerlo.
Porque el champagne
no sería lo mismo sin las burbujas,
así como las hojas
no podrían descender tan fácilmente
sin el viento.
todo se ve diferente
cuando estas conmigo.