Pronto te veré entre nubes viajeras,
te perderás con los innumerables
corazones al viento. Incomparables
hastío ocultos revelará mis ojeras.
Quien diría que en orfandad me quedo,
a pesar decías, que me amabas tanto.
Nuestro cuarto será testigo de mi llanto,
la almohada oirá mi lamento quedo.
Escoges con tranquilidad tus cosas,
vas apartando los tuyos des los míos
en realidad todos quedan muy vacíos.
Me ves triste, en cantar y sonreír te osas,
también oís canción que me agradaba,
mientras, tu acción me despedazaba.
Autor: Alcibíades Noceda Medina