No hay mundos, sí no llevo adentro uno
No hay estrellas, universos, ni éter que los una
No hay árboles no hay verde, ni doncellas y lagunas
Ni la vida sosteniéndose de un rizo….
No hay tampoco ladronzuelos, ni escarpines
Tardes de colores y festines
Y noches que labren descalzadas en su manto, apuñados azules….
No hay guerras si el hombre no las crea
No hay muertos, no hay tumbas, no hay niebla
No hay tormentos, ni pecados ni recelos
Ni bruma en la boca de los ruines
Festejosas, regodeadas de recreos
No hay espacios en un mundo sin confines…
Nada marca, nada teme, nada une….
Pues entonces quien seréis?..
Que arremetes en las noches
Proponiendo el dorado de un farol
A cambio de un sol, vida, en sus rayos tan serviles…
Si existo, habré sentido alguna vez, ser!.
En la tibia fragua del hechizo
En la mente del ionizo
Y me uno al destello para ver
Los secretos son la espuma del querer
Y querer, el devenir de quien lo quiso…
Fraguo en las esferas del saber
En mi cielo, casi unida cielo y piso….
Los sentimientos son las creaciones del futuro inmediato.
De nada sirve llorar cuando en algún momento habremos sentido y pensado lo que hoy es.
Tendremos la oportunidad de revaluar la historia desde cada uno, con una verdad impoluta, un Amor real, Una belleza sentida desde lo profundo….
Claro que existe un cambio, pero sin esperar del otro… el cambio soy yo, con lo que tengo…
María Verónica García