Mi pecho arde cual llameante fuego,
cuando te siento, cuando te invento,
cuando te abrazo, cuando me apego,
noto incendiado mi pensamiento.
Ojos negros que abrasan cual dos zafiros
llevan fuego a mi alma, fuego a mi lecho,
y me siento la dueña de tus suspiros,
duermo serena; acurrucada a tu pecho.
Siento fuego en el alma cuando amanece,
y amarrados estamos con suaves lazos,
y mi cuerpo en tu cuerpo que se estremece
siéndome segura con tus caricias y tus abrazos.
Vivir quiero contigo, seguir prendados
caminar a tu lado, segura; eternamente,
soportando avatares, muy enamorados,
mirarnos a los ojos siempre de frente.
Sonreír como niños cogidos de la mano,
a escondidas besarnos entre matojos,
y escuchar de tus labios decir, te amo.
hablarnos sin palabras, leer en tus ojos.
Chelo Álvarez
©Derechos reservados.