Ya cansado de andar y andar

La suerte hallé cansada de esperarme,
cuando el ocaso me invita a festejar
un resto de felicidad es un manjar.
La otrora niña sollozó al mirarme.
En el pasado hoy quisiera volverme
pero el presente es tiempo de zanjar,
Para mañana ya nada conviene dejar
en melancolía no debo encaramarme.
Caminé tanto en soledad bajo la luna
sin saber que aun me esperaba una,
si una, la única que no se cansó
de esperar, demostrando lo tanto
que me ama hasta el punto del llanto,
incluso; amor de madre me profesó.
Autor: Alcibíades Noceda Medina