Yo vivía en un mágico mundo
Lleno de emociones y bellas fantasías,
Donde ningún invierno era crudo
Y todos los veranos eran de alegrías.
Era un enorme mundo lleno
De cálidas palabras y dulces promesas,
Un mundo solo de amor pleno
Donde no existían las tristezas.
Pero andando y desandando los caminos
Que el destino me hubo de mandar
Llegué a sentirme sola en los otoños
Como un débil pez en el tormentoso mar.
Siguió mi vida y pasó el tiempo
Y se perdió mi alma en la soledad,
Y mi corazón, aún sin destino,
Se consume por las ansias de amar.
A veces, en mis horas de tristezas,
Y en las noches, donde solo reina la oscuridad,
Me pregunto, sin encontrar respuesta
Cuándo encontraré mi alma y su felicidad?