Te cuento que mis días pasan cabizbajos
sin razones que permitan ser ausencias
te cuento que amarte ya no me dá trabajo
pues lejos de mí, eres toda una presencia,
te cuento que he llorado y lágrimas?, pocas quedan,
apenas un resabio de gotas obedientes
saben que algún día mojarán las primaveras
auqellas que murieron de forma muy prudente.
Te cuento que la vida es tan intransigente
que huelo melancólicos aromas apagados,
figúrate que pasan las noches y ausentes
me rozan tus palabras en hermosos recitados.
Te cuento que he buscado tus ojos tantas veces
y otras tantas me han devuelto la mirada,
pero ninguna como esa, que a nada se parece,
cuna de ángeles de mujer enamorada.
Te cuento que mis días sucumben sin sentido
pasean mi alma, vacía sin poder cobijarte,
te cuento, que al vivir sin tus latidos,
me resulta imposible pensar que no he de amarte.