1.
Si ante tantas desgracias,
Si ante injusticias tantas
Como en el Mundo pasan,
Dios se inhibiera,
Dios el perdón de Dios no mereciera.
Pero Dios no se inhibe.
¡Dios sólo espera!.
El está por encima
Del Espacio y del Tiempo,
Y todo lo que pase
Pasará un día a El
Para su enjuiciamiento.
Todos en ese Día
Nuestro Premio o Castigo
Recibiremos.
Porque Dios es paciente,
Pero Dios no es pasivo.
Dios puede ser Paciente,
Porque es Eterno,
Y a Sus Ojos, presente,
El Futuro está ya
Y lo está viendo.
Y al Final del Final
Lo enjuiciará. 2.
El Mundo para el Hombre es un Teatro
Y en él, cuando lo ve,
Se ve representado.
El Mundo para el Hombre es un Teatro
Y el Telón cae y la Función se acaba
Cuando acaba su Vida,
Cuando cae muerto
Y la Tierra lo abraza y se lo traga.
Ya otros Premios no habrá.
Ya no habrá otros Castigos
Que los que en este Mundo recibiera,
Mientras estuvo vivo.
Una vez que haya muerto,
Una vez se haya ido,
Sólo será un Recuerdo
Que se irá haciendo Olvido,
A medida que vaya
Pasando el tiempo.
El Mundo para Dios,
También es un Teatro,
Mas la Función no acaba
Cuando cae el Telón,
Cuando el Hombre cae muerto
Y a los Vivos nos da su último adiós.
La Muerte es para Dios
Sólo un cambio de Escena.
La función continúa
En distinto escenario,
Y su papel en él
El Muerto va a seguir representándolo.
Los Premios o Castigos
Que no recibió en vida,
De Dios, en la Otra Vida,
A recibirlos va multiplicados.
Dios no se inhibe nunca
Ante el Bien o ante el Mal
Que hacemos o nos hacen.
Dios no se inhibe nunca.
Dios nunca se impacienta,
Porque es Eterno y sabe
Lo que en justicia a todos nos espera
Cuando a juicio nos llame
Y el Orden y la Paz se restablezcan.
Y todo empiece a ser
Como debió de ser, aunque no fuera.